miércoles, 12 de marzo de 2014

LA PENA DE LA REFORMA PENAL

[El Enemigo Público Número Uno es Uno, vea...]

Por Martín Risso Patrón

De cuando se camina, libre, por la calle

Doña Clota está harta de hartazgo absoluto y me lo ha hecho saber. Es la cuarta vez que a su nieto, el de 18, lo arrinconan en un zaguán y lo bolsiquean y le preguntan dónde compra y quién y cómo... “...y hasta lo mechonean de la colita rasta, Profe, estos incordios...
Pero ¿quiénes, Doña...? Están tan zarpados los changos... “¡Qué va, Don... la Yuta, lo para y lo bolsiquea...!” Mejor me callo por que la Vieja se pone fatal y desenreda un rosario que incluye las rastas, los aritos, la gorra encasquetada y los tatuajes que el chango tiene como marca de origen, libremente elegidos, y los enhebra con alguna puteada de esas que sólo las viejas conocen. Me consta que es un chico, como muchos otros, laburador en lo suyo [cuando liga una changa], estudia en el BSPa del barrio y cuando puede se va al cyber. Se porta a sí mismo como es en su cuerpo y sus ropas, con libertad, y eso parece que le va en contra. A ver si puedo ser más explícito. El chango acarrea la sospecha y eso explica todo. Los canas, investidos desde no hace mucho tiempo de un poder-poder sobre las personas en la vía pública, que les fuera otorgado por aquella fantasía fascista del Poder de turno de que la percepción visual es infalible para que, en esa especie de pase de magia que significa: Veo-sospecho-actúo, un Fiscal actúe a través de su yuto brazo armado antes que un Juez, sobre la libertad ambulatoria y de la otra, que tiene implícita la Persona, sujeto de las garantías constitucionales, usuaria de su propia Libertad con tanta secuela atroz que incluye la bronca y el desacato legítimo. Así pues, la mescolanza que es en ciertos casos esta bendita sociedad, donde vivimos revolcaos en un merengue y en un mismo lodo todos manoseaos... resulta ser el campo orégano para sospechar; porque el aspecto, la indumentaria, el arito y la piel con dibujos espeluznantes a veces, disparan el agudo sentido de la prevención de los alguaciles, siendo ese el espíritu de las reformas para los procedimientos policiales que permiten, por esa razón de Estado, el bolsiqueo, la apretada y el tobillazo. Esto no significa que vaya contra la Poli, que en resumidas cuentas cumple órdenes, y también es víctima, a su manera, sin descontar que algunos... En fin.

A las pruebas me remito: “Art. 20.- Sustitúyese el artículo 307 de la Ley 7690, por el siguiente: [...] La policía procederá a la requisa personal, sin orden judicial, en todos los casos en que lleve a cabo una aprehensión en flagrancia [...]”, del texto de la reforma de la Ley de Procedimientos Policiales de la provincia de Salta. La flagrancia depende del estado salud óptica, y perceptiva en general de los funcionarios del orden. Cuando no, delas ganas de garcar a alguien, que tengan. No me digan que lo saqué de contexto; ese artículo 20 es extenso y se repite a sí mismo. El texto aquí volcado es, según mi pedestre criterio, el más significativo para mi comentario. De modo que, el Enemigo Público número uno, es Uno mismo.

La tragedia de llamarse Mauro...

Sometido al vejamen de la invasión a su hogar,la detención alcaidesca, a la sevicia del manoseo inquisitorial, un chango, Mauro, se comió sus horas de gayola sólo por eso... por llamarse Mauro. Y si a eso le sumamos que el procedimiento se disparó instantáneamente después del canallesco apriete tinelliano a las instituciones de Salta, por el caso de la tragedia que hoy vive otro muchacho, José María, que está en coma por un golpe “...de un tal Mauro, según dicen...”.

Tinelli... Árbitro de las buenas costumbres en los espectáculos públicos, especialista licenciado en manoseo consentido de mujeres y peleas soeces entre faranduleros en la tele, troesma del acoso a la gente despistada en la calle... Ese mismo vino en persona a exigir que algún Mauro vaya en cana. Para aplacar a la grosa del tablón. Y Mauro se comió la incómoda estancia en cana, aunque después salió libre como debía ser, y ahora apareció otro homónimo y uno ya ni se anima a opinar, mire vea... Otra Joda de Tinellicon la cana de partenér...

La manipulación concertada

¿Y lo del Código Penal de la República...? ¡Qué manoseo de armó por dios...! Ahora resulta que, como Ella les hizo quiquito me valga El Proyecto [porque se le piantan los votos, se le piantan...], los mismos autores repiten hasta el cansancio “¿...yo señor...? ¡No señor...!  Entre ellos, el mismísimo Gil Lavedra, que de su apellido no tiene nada. También Capitanich salió por la broadcasting diciendo que El Proyecto está en revisión; todos sabemos que el Coqui es el vocero oficial. Incluso parece que, contradiciendo las leyes de la Física, el aceite por fin se une con el agua. Preguntar por Cobos-Massa; pero el único incólume en su mismidad, es Scioli. Nadie entiende qué es lo que dice, pero lo dice y lo remata con una zalema zalamera mirando a La Rosada como quién mira hacia La Meca.

Lo que pasa es que El Proyecto quedó en eso nomás. Vino tan cargado de grosa soberbia o arrogancia pseudo-revolucionaria, que no aguantó la yeca, y lo metieron, eso sí, en serio ahora, en gayola y, creo, a perpetua... Esa misma que querían evitar.

No vaya a ser, por dios, que sea esto un engaña-pichanga pa’ no avivar giles con la otra...La también esperpéntica reforma Civil y Comercial. Qué ¿no?

[Edición impresa en: Semanario “Nueva Propuesta”, Salta - Edición digital: www.agensur.info]

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