Los tres derrotados en la capital: Fiore, Urtubey e Isa. (Archivo) |
Por Javier Luifa
Aunque el hermano Rodolfo y la siempre tránsfuga Fiore han logrado el objetivo de llegar a los dos escaños senatoriales del Congreso Nacional, el gobernador Juan Manuel Urtubey, por un lado, y el intendente Miguel Isa, por el otro, volvieron a morder el polvo de una humillante derrota en la capital de Salta que, de haberse replicado en uno solo de los otros departamentos grandes como Orán o San Martín, hubiera significado el mayor papelón del kirchnerismo “light” como llaman al mandatario salteño.
La acción de los intendentes y el desparramo clientelar
típico de estos oficialismos embutidos en las maderas del poder lograron darle
el aire que necesitaban sus candidatos para ganar estos comicios.
Así y todo, la diferencia de casi 8 puntos que Urtubey
(Rodolfo) obtuvo en las primarias, se redujo a un 4 por ciento que hizo
transpirar al vocero oficialista, Juan Pablo Rodríguez, espantado por los
números que iban apareciendo en la página web de la Dirección Nacional
Electoral.
Pero, como sea, el triunfo en la provincia quedó establecido
y fue un duro golpe para el romerismo que dejó fuera de carrera a Sonia
Escudero, considerada una de las mejores legisladoras de los últimos años. Solo
la performance de Guillermo Durand Cornejo en la categoría de Diputados Nacionales,
hizo que las heridas romeristas no fueran demasiado dolorosas.
Pero, volviendo a la situación en la capital salteña, el
oficialismo volvió a padecer y casi al borde del papelón (exclusividad, por
ahora, del Frente Plural), quedó en un espantoso cuarto lugar, relegado por la
excelente elección (en ambas categorías) del Partido Obrero, por un lado, y del
romerismo, por el otro, que ocuparon el primero y segundo lugar mientras que la
joven Jasbel Singh, representante de Alfredo Olmedo para la Cámara Baja, se
puso tercera. La hija del intendente, Evita Isa, fue la gran sacrificada.
Es decir, otra vez el repudio generalizado del electorado
capitalino les puso la realidad ante los ojos al Gobernador y al jefe comunal.
La mala gestión de ambos con su ola de impuestazos, pérdidas de tiempo
legislativa y en el Concejo Deliberante, desastres en educación, en salud, en
seguridad ciudadana, en barrios desmejorados y/o calles destrozadas, entre
otras cuestiones, fueron suficiente para el repudio de la sociedad capitalina.
Sin el caudal de este distrito y, con una eventual derrota,
como se dijo, en otro de los departamentos grandes, tanto Urtubey como Isa
(gobernador e intendente), deberán trabajar más de la cuenta si piensan en 2015
hacia el objetivo de una nueva reelección. Y a pesar de ese esfuerzo, difícilmente
puedan vencer el destino del cansancio ciudadano.
Es decir, la humillación que ambos padecieron en la capital,
se parece más al comienzo del fin. Salvo que, como también es costumbre de
ambos, se metan dentro de los bolsillos de un expectable candidato nacional
como pueden serlo Sergio Massa o Daniel Scioli. Y hasta es posible que terminen
conversando con Mauricio Macri, con tal de que cualquiera de ellos les salve
las papas que ya comenzaron a hacer humo.
El 10 de noviembre se vienen las elecciones provinciales. En
la capital, los hombres del oficialismo que traccionarán las distintas categorías,
no parecen los más adecuados para tal misión. Si el Partido Obrero recibe los
efluvios de la elección nacional de sus candidatos, es posible que les vuelva a
dar un nuevo dolor de cabeza.
Además, hay que sumar a otras fuerzas que mantienen
importantes expectativas como pueden serlo el Partido Propuesta Salteña, por un
lado, y la Unión Cívica Radical, por el otro. Esta última fuerza está a un paso
de logra una banca en el Concejo Deliberante y aspira a más. Habrá que ver cómo
se desenvuelven los candidatos romeristas.
Pero, de todos modos, este aglutinamiento opositor, del
signo que fuere, puede significar otro enorme lagrimón en la capital salteña
para un oficialismo chamuscado.
0 comments :
Publicar un comentario