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| Monumento a los Caídos en Malvinas, en Puerto Madryn, donde se realizará el acto central presidido por la presidenta Cristina Kirchner. |
La presidenta Cristina Kirchner encabezará este martes junto
a una amplia comitiva con funcionarios nacionales, provinciales y
excombatientes el 31º aniversario de la guerra por la soberanía de las Islas
Malvinas en la ciudad chubutense de Puerto Madryn, puerto que recibió a los
soldados argentinos tras el conflicto bélico.
Por su parte, el vicepresidente Amado Boudou fue invitado a
participar de la vigilia de excombatientes en Río Grande, Tierra del Fuego,
donde se alza uno de los monumentos más emblemáticos en conmemoración de los
Caídos en Malvinas.
La Jefa de Estado llegará a Puerto Madryn este martes por la
mañana, desde la ciudad santacruceña de Río Gallegos, donde partió el pasado
viernes para festejar las Pascuas en familia.
El acto central será a las 12:30 en el Monumento de los
Caídos en Malvinas, ubicado en la calle Rawson al 300 de la mencionada ciudad
turística de Chubut, donde Cristina Kirchner será la principal oradora, junto
al gobernador provincial Martín Buzzi y el intendente local Ricardo Sastre, más
un centenar de personas que formarán parte de la comitiva presidencial.
También fueron invitados representantes de los centros de
veteranos de guerra de todo Chubut y distintas provincias, además de los
familiares de los 5 soldados chubutenses muertos en el combate producido en
1982 por la soberanía del archipiélago.
El gobernador Buzzi remarcó que "para los patagónicos
la causa de Malvinas es algo muy cercano, algo que está en nuestro corazón al
igual que en el de todos los argentinos, pero que por una cuestión geográfica
nos tocó vivir de forma muy directa".
Asimismo, destacó que en Chubut "la guerra se vivió
casi como si estuviésemos en la primera línea" porque de esa provincia,
dijo, "salieron varias unidades que combatieron en las islas, Comodoro
Rivadavia y Trelew fueron bases muy importantes de la Fuerza Aérea y Puerto
Madryn fue el lugar adonde regresaron nuestros soldados tras el fin del conflicto".
Por su parte, el presidente del Centro de Veteranos de
Guerra de Puerto Madryn, Julio Calvo, expresó éste 2 de abril tiene "un
significado especial, porque es el segundo presidente que viene a Madryn y no
es casualidad, porque nuestra ciudad recibió al 90 por ciento de los que
llegábamos de la guerra".
Indicó que lo especial es que viene la presidenta Cristina
Kirchner, "que ha realizado muchos reclamos internacionales sobre la
soberanía y ha recibido muchos agravios de Gran Bretaña, pero ha mantenido la
soberanía por sobre todas las cosas, y para nosotros es muy importante".
A este acto también fue invitado, a pedido de la presidenta
Cristina Kirchner, Norberto Karasiewicz, uno de los 18 miembros que quedan
vivos del emblemático Grupo Cóndor, que en 1966 desvió un avión de Aerolíneas
Argentinas, aterrizó en las Islas Malvinas y, durante 36 horas, hicieron
flamear siete banderas argentinas en la principal ciudad del archipiélago.
Una de esas banderas fue llevada por la Jefa de Estado al
Santuario de la Virgen de Itatí en Corrientes, otra se encuentra exhibida desde
el 1 de marzo pasado en el Salón de los Pasos Perdidos de la Casa de Gobierno,
y la primera de las izadas en suelo malvinense está dentro del Mausoleo de Río
Gallegos donde descansan los restos del expresidente fallecido Néstor Kirchner.
En tanto, en la ciudad fueguina de Río Grande tenían
previsto iniciar este lunes por la noche la tradicional vigilia de los
excombatientes para conmemorar este día, con la presencia del vicepresidente
Amado Boudou.
El presidente del Centro de Veteranos de Guerra de Río
Grande, Horacio Chávez, indicó que "lo importante es que seguramente el
pueblo estará con nosotros, desde hace muchos años los riograndenses se vuelcan
masivamente a la vigilia y nos acompañan para ésta fecha, eso es lo que más
cuenta".
La previa de esta vigilia también tuvo problemas, ya que la
carpa posada sobre la playa de Río Negro para recordar el desembarco en las
Islas Malvinas en 1982 fue afectada por los fuertes vientos que azotaron este
fin de semana la ciudad.
Las ráfagas alcanzaron los 89 kilómetros por hora y
desestabilizaron la estructura de la carpa de los excombatientes, que fue
evacuada por cuestiones de seguridad, hasta que se terminaron los trabajos de
apuntalamiento.
Informe: NA
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