Por Marcos Novaro
Hay una vieja idea que circula tanto en el debate
público como en la academia argentina según la cual somos un país estatista,
"estadocéntrico" se ha dicho desde el análisis político: a todos los
problemas les encontramos solución creando un área de la administración para
que ella se ocupe. ¿Es, como decía Tocqueville de los franceses de su tiempo,
porque confiamos en los gobernantes antes que en nosotros mismos?